El cielo estaba repleto de nubes hinchadas. Nadie sabía lo que iban a parir.
Abro un diario y leo: "... el viejo gritó el nombre de su primer hijo. No obtuvo respuesta. Del segundo... Del tercero... Del sexto. En vano."
Los muertos no hablan.
"Cuando llamó al séptimo, el más pequeño habló: Papá, estoy vivo, dijo y murió."
Xhevdet Bajraj
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4 comentarios:
Cada vez siento una sensación más estrafalaria cuando entro a tu blog, tampcoo sé por qué es causada exactamente, pero es lo que me transmite todo este conjunto de letras y colores...
Una sonrisa Pseudo.
Pues aquí, Natalia Flores saludando, reportándose e informándole que por un lamentable error mi blog original ha sido suprimido. Pero por aquí seguimos, con nueva dirección, con muchas menos entradas y pues ya qué (pinche blogger!!). Saluditos
Ese texto me dio como escalofrío...
Un gusto volar por aquí, como siempre...
=D
Morir en el instante preciso en que se es consciente de estar vivo tiene mucho de irónico ;-)
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