jueves, julio 26, 2007

Motivos… razones… excusas…

Tengo millones de motivos para seducirte, para tomarte entre mis brazos y darte besos por el resto de tu vida… o por el resto de la mía…

Para no hacerlo, tengo solo uno…

En el preciso momento en que el espacio entre nuestros labios se evapore y el espacio entre nuestros cuerpos se disipe, estaré completamente perdido…

Te convertirías en mi razón para adorar la vida… para dormir por la mañana… para tomar un café… para convertirme en chef, en barman, en mesero, en piloto, en dibujante, poeta, músico, pintor, escultor…

Me volvería artista y odiaría cada verso y cada trazo y cada abrazo porque nunca se compararán con tu belleza…

Me odiaría a mi mismo por no ser capaz de darte a entender con mis manos o con mi voz que el corazón se vuelve loco cuando estás conmigo…

Serías mi perdición… mi razón para volver… mi razón para morir y dejar de ser chef…

Solo tengo un motivo para no besarte… si te beso, te amaré por siempre… y no es lo que quiero…

jueves, julio 19, 2007

Va mi resto

Cuatro cartas en la mesa… dos en mis manos…

Blofeo…

No soy muy bueno en esto… dejé de creer en la suerte cuando perdí mis manos…

Me aferro…

Perdí la vista en la partida anterior… ya ni sé con cuántos estoy jugando…

Hay mucho que ganar en la mesa… más de lo que pudiera imaginar…

Tengo poco que apostar… demasiado que perder…

Va mi resto!!!

Todavía no pierdo esa sensibilidad que me indica que todos los jugadores se han volteado sorprendidos a verme…

Más sorpresa se dibuja en sus rostros patéticos cuando me ven con dos cartas en mis dientes y un cigarro en mis labios…

Tengo la de perder… todos lo saben pero hay algo en mi gesto sereno y lleno de confianza que los obliga a dudar…

Ni siquiera he visto la última carta… así puedo tener un pokar como un par…

Desconcierto total…

O tomo el liderazgo o me sacan a patadas de este bar…

Falta mucho para el final… para sentir la adrenalina del momento antes de terminar…

Dejé de creer en la suerte… pero me sigue gustando jugar…

lunes, julio 16, 2007

Tengo un problema que no puedo resolver… cada día me gustas más…

Inquietud

Me estoy empezando a preocupar… eso de quererte abrazar cada vez que te veo no es normal…

Eso de querer pasar mi mano izquierda por tu cintura y mi derecha por tu hombro para aferrarme a ti e impedir que escapes se está volviendo algo de todos los días…

Eso de querer abrazarte apenas tocando tu espalda, dándote la oportunidad de que huyas para que no huyas, se ha vuelto tan necesario, que ni siquiera me atrevo a acercarme…

Prefiero verte de lejos e imaginar que el olor de tu cabello penetra mi alma de tal forma que no pueda más que extasiarme…

Después de compartir un cigarro contigo, no quiero volver a fumar solo…

jueves, julio 12, 2007

en qué piensas?

en qué piensas cuando tienes la bola blanca frente a ti?

tomas el taco con firmeza usando una mano mientras haces que se deslice suavemente en la otra…

sabes en qué pienso yo?

en que me gustaría saber lo que piensas tú…

en que el cigarro que dejé a medias ahora descansa en tus labios…

en la suerte de la bola, que si pega en el punto preciso, con la dirección exacta, la fuerza necesaria y el efecto correcto, hará que otra bola caiga…. y entonces me veré de nuevo frente a la bola blanca…

en que la cerveza fría que yace junto a ti me espera… que suerte de cerveza, mira que sentarse a tu lado mientras yo de idiota juego a pensar en su suerte…

tu risa resuena en mis oídos… cómo me encanta tu risa… tal vez te estés burlando de mi forma de jugar… o tal vez has recordado algo gracioso que con toda seguridad me contarás cuando vuelva a sentarme…

tu platica con la cerveza me incomoda, por qué la cerveza no puede jugar para que tú te rías conmigo?

fallaré en el siguiente turno… te toca…

viernes, julio 06, 2007

Quedemos en quedar… queramos querer…

La brisa se escabulle como visitante no admitido… toma asiento en el sillón mientras platica de sus viajes…

Llueve… yo me refugio…

Las notas y los acordes llenan el recinto como si acompañasen las historias bizarras de personas enfermas y transeúntes apurados…

La pequeña tiza de mi cigarro me hace ver que no estoy ciego… no puedo ver el humo, tal vez me equivoque…

¿Dónde habré perdido los días soleados? tal vez en el mismo lugar en el que olvidé la tristeza…

Hay cosas que se venden en pares… el café y tus miradas… los abrazos y los “hasta luego”… los “te quiero” y los “por qué”…

Me gustaría adquirir solo una parte del paquete… y quedarme solamente con tus miradas, tus abrazos y los “te quiero” que se pronuncian con tal miedo que hasta asustan…

Quedarme solamente con la fantasía y dejar la realidad en la exposición permanente del museo de lo indeseado…

Quedarme a tu lado…

Quedarme…

Porque ahora me voy…

Esperando que me sigas…

Sabiendo que tú si te quedas…

Queriendo quedarme… aunque te fueras…

martes, julio 03, 2007

Destrucción (fragmento)

Piensan que por plantar unos árboles y construir caminos de asfalto para que los transeúntes puedan caminar, tendrán una gran edificación. Pero se equivocan. En lugar de construir están haciendo exactamente lo contrario.

Se divisa su figura. Sentado en un monumento de concreto que escupe el agua de tal forma que provoca un sonido, tal vez monótono, pero cautivador.

Tantos árboles participando en esa destrucción. Imponiéndose ante los caminantes. Engalanados con su fortaleza, y a la vez, con su debilidad. ¿A dónde pueden ir a parar sus raíces sino a la orilla del camino?

Personas caminando a su lado, tan ensimismadas en sus pensamientos que no tienen ni siquiera una mirada para él.

El sol se ha marchado. Fue el primero en hacerlo, pero no será el único. Las farolas se han encendido.

Él mira su sombra mientras enciende un cigarro.

Ella llegará cuando ese tranquilizante se acabe. Él lo sabe, pero se resiste a creer en su sexto sentido.

Él solo espera. Surge la idea de apagar su cigarro para que ella llegue, pero sabe que no puede hacer nada contra el destino.

Ruido de camiones y automóviles.

El viento también participa en la sinfonía al tocar las ramas de esos entes patéticos.

Y esas ramas, en su incansable danzar con el viento, juegan con la luz muerta y proyectan sus movimientos en el pavimento.

Las urracas cantan ante la melodía impuesta por todos aquéllos que participan en el concierto.

Bocanadas de humo acariciando sus labios. Es su forma de despedirse para ir a jugar también con el viento.

Sombras de personas pasan a su lado, pero ninguna se detiene.

Otro suspiro, la última bocanada de humo.

Tira su cigarro, lo sigue con su mirada y lo pisa.

Las sombras han ocupado de nuevo su campo visual, pero ahora se concentra sólo en una. En aquélla que se queda inmóvil ante él.

Levanta su cabeza y sus miradas se cruzan.

No hay palabras… no puede haberlas.

[...]

Pensaron que edificar es construir. Pero estaban equivocados. Edificar es modificar. Edificar es destruir.

Ellos supieron edificar, pero nunca aprendieron a construir.


pequeño fragmento de uno de mis escritos...