2° carta al olvido…

Ahora desapareces del cuadro pintado con nuestras lágrimas y risas, con colores del recuerdo de los buenos y los malos momentos, sobre un lienzo de abrazos y caricias, con esfuerzos, sufrimientos, sabores dulces y crueles pasados…

Ahora que partes de mi vida, vida que estaba fundada en los cimientos que construimos, espero que el tiempo se solidarice contigo…

Espero que el tiempo se vaya a tu lado y que te acompañe en tu recorrido.

Y que con el tiempo se vayan los sonidos de tu voz hilvanando los ‘te quiero’ que tantas noches repetiste, y que al final no fueron suficientes.

Que con el tiempo se borre de mis manos el recuerdo de tu cuerpo que tantas veces recorrieron apasionadas… con cariño… con ternura…

Deseo que también partan los silencios que tantas veces compartimos cuando nos comunicábamos sin palabras.

Anhelo que los sigan los momentos en que hablábamos a la par diciendo las mismas cosas, con la misma sintaxis… con la misma emoción….

Que con el tiempo el agua común sacie la sed de tu saliva…

Que con el tiempo el ruido apague el sonido de tu suave voz…

Que con el tiempo tocar el cielo sea tan placentero como lo era acariciar tu piel…

Que con el tiempo la soledad me complazca como lo hacías tú…

Y que una copa de vino me haga sentir que no me falta nada, de la misma forma en que me hacías sentir con tus abrazos…

Que mi alma se funda con la nada, como se fundía con la tuya cuando nuestros labios se encontraban...

Deseo que pase el tiempo, y que, conforme pase, el horizonte no se vea tan distante…

Deseo que pase el tiempo, y que el descanso no se vea inalcanzable…

Que no haya misas… ni rosarios… ni velorios… ni ataúdes… ni panteones… ni personas que añoren… solo una lenta muerte para cada una de mis sensaciones…

Deseo que pase el tiempo, y que con él, pase mi vida…

jiga